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miércoles, 25 de marzo de 2015

Sillas restauradas

De un juego de seis sillas que tenemos en el taller, nos encargaron que restauráramos dos con el mismo acabado de una suelta que publicamos hace poco. 
Éstas estaban mucho peor que la otra.
Lo primero fue destapizarlas todas y quitarle todo el barniz. A este tipo de sillas, en su momento, las barnizaban en un tono rojizo, tarea muy trabajosa para poder eliminarlo todo, ya que la madera, una vez quitado el primer barniz, está roja. Y después de mucho lijar y blanquearla, conseguimos sacarle ese tono.
Como siempre, y para no perder la costumbre, tuvimos que inyectar, en cada agujerito, carcomín. Y después cubrir y sellar toda las silla en plástico film. Este es un trabajo muy poco agradecido en el proceso de restauración. Pero hay que hacerlo.
Una vez pasado el tiempo recomendado, empezamos a tapar todos los agujeros con cera.
Lijamos para eliminar la cera sobrante y teñimos las sillas con anilina nogal. A medida que teñíamos, a la vez le pasamos el estropajo de acero, para que el tinte penetrara mejor. Una capa de cera, y finalmente el acabado con la pátina blanquecina que les da un tono distinto, muy suave.
Una vez terminado todo el trabajo en la madera, empezamos a tapizarla.
En este caso le pusimos esta tela de tapicería que a la clienta le gustaba mucho.
Rematamos las esquinas con tachas de tapicero en cromado.
Y aquí están, como nuevas.


antes

 

antes



antes



después



después




después


después