Esta es la historia de una
silla vieja o antigua abandonada en una esquina cualquiera de una calle
cualquiera.
La edad de esta silla podría rondar los 65 años. ¿Os parecen
muchos o pocos años?
Si se tratara de un ser humano, diríamos, ¡qué bien se
conserva por la edad que tiene!, pero claro, se trata de una silla, vieja,
rota, carcomida…..En definitiva, un trasto viejo que estorba en nuestra casa
nueva y ¡no pega con el mobiliario que
tenemos!
Fuera, la tiramos a la calle.
Y allí se queda, en la calle con sus 65 años a la espalda.
Cuántas personas se han sentado en ella, disfrutando de
reuniones familiares, de bisabuelos a abuelos, de abuelos a nietos….Quizás
éstos últimos ni siquiera la han conocido.
Y ahora, nadie se acuerda de ella.
Seguramente si me hubieran tratado mejor y me hubieran cuidado, ahora no estaría aquí.
Algunas tendrán la suerte de ser recogidas por alguien que
realmente le dará valor a su historia, a su edad, a su estilo… Pero muchas
otras no correrán esta suerte y acabarán siendo serrín.
La que corrió buena suerte, vuelve a presidir un lugar casi exclusivo de nuestra casa,
renovada, rejuvenecida, para que vuelva a vivir otros 65 años más.
Esta es la historia de una silla vieja o antigua abandonada en una esquina
cualquiera de una calle cualquiera.
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¡OLÉ!
OTROS 65AÑOS MÁS |