Creímos que debíamos dejarla como estaba, sino le quitábamos todo el encanto.
Limpiamos toda la parte de piel o skay (pensamos más bien que es skay) concienzudamente, ya que tenía como una tonalidad tirando a negro. Y oh!! sorpresa!!! es color caramelo.
Las patas estaban oxidadas, así que también las limpiamos con agua y jabón, y conseguimos sacarle todo el óxido y que saliera el acero. Para que no vuelvan a oxidarse, les hemos dado un barniz especial para metales.
En un rincón del local de este cliente, puede quedar de lo más original.
¿Las recordáis?
Pero bueno que productivas estáis últimamente, os están llenando de trabajo, que bien.
ResponderEliminarUn beso,
Pedro
Joo!!! la verdad es que sí. Ahora estamos con otras sillas que nos están dando un trabajazo bestial. Ya publicaré las fotos y explicaré lo que tenemos que hacer.
EliminarEstamos muy contentas, nos falta tiempo...
Besos
Plástico y del güeno, del que se pega en verano, jeje...
ResponderEliminarEse material era omnipresente cuando yo era aprendiz, estaba éste (que era el que más salida tenía) y el negro, resultaba toda una aventura tapizar con ellos...
Un abrazo Lila's Girls ;)
Es verdad, la otra opción era el plástico, pero es un plástico güeno!!!! Le dimos crema y ha quedado perfecto!!!. Bueno no sabíamos si retapizarlo, pero creemos que así está más auténtica. No te parece, tú que eres el experto?
EliminarBss
Ese skai aún lo fabrican,yo lo tengo,pero no es de la misma calidad que el de antes,por mucho que digan.Habeis acertado al conservarlo,soporta las décadas que da gusto.Los sofás de ese mismo género pero en verde tambien invadieron los hogares en los 70,¿los recordáis?
Eliminarsaludos
Preciosa!!
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