Última de las sillas de rejilla
No sabemos si os acordáis de las sillas de rejilla que teníamos para restaurar.
En un post ya os enseñamos dos de ellas terminadas, pero esta tercera nos ha dado bastante más trabajo.
En concreto ésta estaba pintada toda ella en negro. Pues bien, para sacarle toda esa pintura ha sido mucho más trabajoso que las otras dos.
Parecía que no se terminara nunca. Íbamos sacando pintura negra y parecía que volviera a salir otra vez de las entrañas de la silla.
Pero finalmente lo hemos conseguido.
Ahora ya estamos en el proceso de pintarla, y después tapizarla.
Aquí os dejamos las fotos del proceso.
La foto de cuando estaba negra no la tenemos. ¡Vaya, con las prisas se nos olvidó de hacérsela! pero imaginaros ésta, pero en negro brillante.
antes |
Y éstas fotos son de ella caaaaassssiii terminada!
Una vez decapada, la hemos lijado, dado una imprimación y pintada con rodillo de espuma (para no dejar goterones) y con pincel en los lugares más delicados, como las flores y alrededor de la rejilla.
Este es el paso más delicado, con un pincel muy fino, pintar los bordes de la rejilla, que no irá en blanco, sino que el mismo que el resto de la silla pero bajándole unos tonos y dejarlo un pelín más claro, sin ser blanco.
Una vez la tengamos tapizada, os enseñaremos el resultado.
¿Os gusta como va quedando?
Que tengáis un feliz día del trabajador. Nosotras vamos a seguir fielmente la norma, y no trabajaremos en el taller!!!!